Actualmente el retail se está enfrentado a una serie de cambios radicales y globales de una dimensión sin precedentes. La crisis detonada por el COVID-19 ha trastocado todos los ámbitos imaginables, obligándonos a replantear las maneras en que trabajamos, nos relacionamos, nos cuidamos y, por consecuencia, las maneras en que consumimos.
Toda evolución en las condiciones de los consumidores exige que los mercados evolucionen a la par, que adapten su ritmo y sus operaciones a las necesidades dictadas por el contexto social. El confinamiento y el peligro latente del virus condicionaron las dinámicas entre marcas y consumidores, provocando así una serie de cambios radicales en sus relaciones. Es momento de aprovechar al máximo las oportunidades que nos ofrece la tecnología, de revalorar los caminos tradicionales y analizar las posibilidades que tenemos sobre la mesa.
Esta investigación explora los efectos de la pandemia en el retail, las medidas que varias marcas y tiendas han tomado, y la repercusión que éstas han tenido en sus relaciones con los clientes, su crecimiento y sus ganancias. A través del análisis del panorama se vuelve clara la importancia de la resiliencia, la adaptabilidad y la capacidad de escucha del contexto que nos atraviesa.