Meta: ¿Podemos confiar en Facebook?

En el mes de septiembre del diario estadunidense The Wall Street Journal publicó información de los documentos internos que se filtraron desde dentro del corporativo de Facebook. Las interpretaciones que los distintos medios de comunicación realizaron sobre el contenido de aquellos documentos provocaron un fuerte cuestionamiento sobre los parámetros éticos de la empresa. Algunos de los datos más controvertidos fueron la débil respuesta de la empresa frente a la trata de personas, las omisiones a los daños psicológicos que la programación de Instagram ha dejado en los adolescentes, así como las distintas demandas que la empresa enfrenta por el escándalo de Cambridge Analytica que, dicho sea de pasó, provocó una caída del 7% en las acciones de la empresa en el año 2018 debido a las revelaciones sobre el robo de datos, la interferencia de la plataforma en procesos políticos y chantaje mediante prostitución.

La empresa dirigida por Mark Zuckerberg es ahora mismo la compañía bajo mayor presión mediática en todo el mundo. Debido a ello es que el reciente anuncio del cambio de nombre y los futuros proyectos fueron motivo de fuertes críticas.

La opinión pública (diarios, revistas y redes sociales) encuentra en el lanzamiento del proyecto Meta un intento de lavado de imagen. 

Alexanda Ocasio-Cortes, quien forma parte de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, reaccionó a través de su cuenta de Twitter de forma irónica ante el anuncio, asegurando que Meta es un apocope de la metástasis que Facebook está haciendo en la maquinaria global de vigilancia y propaganda, impulsar regímenes autoritarios y desarticular a la sociedad civil. Justamente sobre esto último hubo un gran cantidad de comentarios en la conversación digital. Uno de los conceptos clave en las publicaciones en redes sociales después del anuncio realizado el 28 de octubre, fue el del miedo al fortalecimiento de la vigilancia y los regímenes autoritarios que pueden traer consigo las herramientas de Meta. 

En el anuncio de este cambio de nombre y visión en la empresa, Zuckerberg apuntó que este es el comienzo de un nuevo capítulo en el uso de las tecnologías digitales, en el cual lo usuarios podrán viajar hacia el metaverso. De acuerdo con las palabras del presidente de Facebook, esta innovación tecnológica permitirá que podamos teletransportarnos instantáneamente como un holograma para estar, por ejemplo, en la oficina, en un concierto, con amigos o en la sala de nuestros padres, sin tener que desplazarnos físicamente. En un artículo para The Times, el analista tecnológico Benedict Evans aseguró que este movimiento de Facebook pone en evidencia que “si hay algo después de los teléfonos inteligentes, Facebook quiere ser propietario y no inquilino”. Las palabras de Evans se confirman con las adquisiciones de Oculus, empresa dedicada a la fabricación de cascos de realidad de virtual y los lanzamientos durante el 2020 de Horizon World y Horizon Workrooms, dos plataformas para reuniones sociales y de trabajo a través de dispositivos de 3D.

El metaverso es un proyecto que, en palabras del propio Zuckerberg, le tomará a su empresa entre 10 y 15 años para su consolidación. Vale preguntarse si la empresa podrá resistir hasta entonces el alud de críticas, acusaciones y demandas para liderar esta transformación tecnológica.

La confianza de los usuarios, particularmente sobre la seguridad de sus datos privados, es un tema que Facebook (y ahora Meta) tiene como una de sus principales asignaturas. En este sentido, apenas este martes 2 de noviembre esta red social anunció que eliminarán el reconocimiento facial y borrarán los registros biométricos de los más de mil millones de usuarios registrados que tenían habilitada esta función en su aplicación. En el comunicado en el que se dieron a conocer estas medidas Meta asegura que la empresa está consciente de la inquietud que las tecnologías de reconocimiento provocan en la sociedad y que están dispuestos a esperar a que estas herramientas se regulen legalmente para su mejor uso.

Facebook, como todas las plataformas de redes sociales, se enfrenta a un viejo dilema de las tecnologías de la comunicación. El precio de un mundo interconectado parece ser siempre el mismo: la pérdida de la privacidad. ¿Podrá Meta constituirse como una plataforma que no vulnere la privacidad de los usuarios? ¿Será posible pensar en un ecosistema de redes sociales que no aumente los niveles de ansiedad, depresión y desarraigo identitario?

¿Podemos confiar en una nueva plataforma impulsada por una empresa tan cuestionada como es Facebook?

Luis Pablo Beauregard, “Facebook elimina el reconocimiento facial de su plataforma”, El País
BBC News Mundo, “Archivos de Facebook: 5 revelaciones de los documentos de la red social filtrados a la prensa”, BBC News
Kelly Sullivan, “Meta: las críticas a Mark  Zuckerberg tras el cambio de nombre de Facebook”, BBC News
El Universal, Mundo, “Claves para entender el cambio a Meta y el futuro del metaverso“, El Universal

¡Sigue leyendo!


Atrás

Suscríbete a nuestro newsletter

y no te pierdas nuestras últimas actualizaciones

Deja un comentario