Por Ángel Ramírez
En México, los rótulos forman parte del arte popular e identidad visual del país. Esta larga tradición de anuncios pintados a mano no solo ayuda a dar visibilidad a millones de pequeños negocios, sino que también enriquece la cultura popular mexicana. Sin embargo, el año pasado, la alcaldía Cuauhtémoc, una de las zonas más céntricas de la Ciudad de México, decidió retirar los rótulos de los puestos comerciales en las calles, para pintar en blanco y colocar el logo de la alcaldía, con la excusa de una “campaña de limpieza”.
Dicho acto trajo como consecuencia la disminución de la visibilidad de cientos de negocios y afectó la economía de millones de familias al reducir la oportunidad de mostrar sus productos y servicios. Esto, a su vez, ha disminuido la demanda y voz de los negocios afectados, causando un impacto negativo en sus ingresos y oportunidades.
En voz de uno de los comerciantes: “La gente que pasa por la calle ya no sabe qué vendemos aquí”.
Así fue que, el pasado marzo, la marca de salsa de tomate Embasa, lanzó una contra campaña en apoyo a los micro comerciantes y emprendedores que perdieron su única inversión publicitaria. La compañía ha decidido aprovechar los espacios publicitarios (espectaculares y para buses) ubicados cerca de estos negocios, para tratar de recrear los mismos rótulos que habían sido previamente borrados. De esta manera, Embasa ha demostrado su compromiso con la solidaridad y la promoción de pequeños negocios locales a través del uso de esta forma de arte popular única.
“Estamos apoyando a las familias que viven de estos pequeños negocios, a recuperar parte de la comunicación que los distinguía y al mismo tiempo, mantener una expresión artística característica de nuestro México. Ellos son nuestros mejores clientes y por quienes seguimos en este negocio, les debemos mucho” señala Gabriela Riva Palacio Quiroz. Gerente de Mercadotecnia de Embasa
La responsabilidad corporativa es la manera en que una empresa integra preocupaciones sociales y ambientales en sus operaciones comerciales y en su relación con las partes interesadas, en el caso específico de la declaración antes citada, los principales clientes de Embasa. También es justo recalcar que el ADN de la marca para nada está peleado con ninguna de las causas que promueve la campaña: el rótulo y los pequeños y micro comerciantes. Por lo cual, la campaña tiene un gran atino y congruencia.
